Por favor, gracias
Me acuerdo perfectamente de mi primer día de clases, año 92´, kínder tortuga (en mi colegio separaban tortugas de conejos), y me acuerdo de dos detalles particulares que no me han abandonado durante toda la vida. Primero me acuerdo que gracias al trabajo de joyería de mi madre, que me tenía ultra convencida de que el colegio era lo máximo y súper motivada, yo era la única niña que entraba feliz al colegio, mientras el resto lloraba, se arrastraba y suplicaba por irse a la casa con la mamá. La segunda escena imborrable, soy yo minutos después entrando a una sala y preguntándole a una niña si la silla que estaba a su lado estaba ocupada, ella me dice que no, yo le respondo muchas gracias, ante mi asombro ella se manda la frase que ha estado en mi cabeza todos estos años "no pidai las cosas por favor, ocúpalas no más", yo, una niña "bien" criada en mi primer día enfretándome al mundo cruel, me encuentro con la peor de las caras, una niña de 5 años incitando a la mala educación.
Se ha perdido la costumbre de pedir por favor, de dar las gracias, de saludar a los vecinos, de sonreír, se ha perdido la costumbre de no cagarse al de al lado, de tratar de surgir sin pisotear, por que la gente asume que los que andamos con relativamente buenas intenciones por la vida (tampoco es que me tengan que canonizar rai nau!), somos absolutamente pisoteables, a veces se encuentran con la sorpresa de que además de ser medianamente decentes, tenemos un carácter bien formado y ahí queda la grande.
Este mensaje para toda aquella gente rota de corazón, los odio. A los estúpidos, también. Y a aquellos que reniegan lo que piensan por quedar bien, por que ahora las amistades cambiaron, entonces transan sus ideales, para ellos mi más sincero escupo en la cara.
Una cosa fiestera, mañana tengo prueba de física aplicada así que me voy a estudiar.
Si mi blog tuviese espirales, cada uno sería un beso para tí.
Se ha perdido la costumbre de pedir por favor, de dar las gracias, de saludar a los vecinos, de sonreír, se ha perdido la costumbre de no cagarse al de al lado, de tratar de surgir sin pisotear, por que la gente asume que los que andamos con relativamente buenas intenciones por la vida (tampoco es que me tengan que canonizar rai nau!), somos absolutamente pisoteables, a veces se encuentran con la sorpresa de que además de ser medianamente decentes, tenemos un carácter bien formado y ahí queda la grande.
Este mensaje para toda aquella gente rota de corazón, los odio. A los estúpidos, también. Y a aquellos que reniegan lo que piensan por quedar bien, por que ahora las amistades cambiaron, entonces transan sus ideales, para ellos mi más sincero escupo en la cara.
Una cosa fiestera, mañana tengo prueba de física aplicada así que me voy a estudiar.
Si mi blog tuviese espirales, cada uno sería un beso para tí.