Enamórate

Puedo ahora hablar con propiedad.

Enamorarse es querer estar contigo todo el día, aunque sea para escuchar tus chistes (la mayoría crueles) y sonreír con eso. Es declararte el ser humano con los ojos más bonitos, el color más bakán, la forma más chora, es primeramente fijarse de manera notoria y desmedida en el color y la forma de unos ojos ajenos. Es también darle una importancia suprema a una pelota de goma color rosado que cabe en mi mano, a primera vista nada especial, pero las primeras impresiones muchas veces son incorrectas.

Enamorarse es desde mi punto de vista, también la enorme tristeza ante la inminente situación. El deber te arrancará de mi vista un rato más, lamentable.

Enamorarse es también sentir celos supongo, es que de verdad me da rabia.

Es yo creo, aumentar la cantidad de besos por minuto cuando estamos a punto de despedirnos. Mala estrategia para disminuir mis niveles de ansiedad por verte de nuevo por que a pesar de que me gustan tus besos, siempre te extraño hasta niveles radiactivos.

Es ver una película y pensar que hablan de nosotros, pensar que eres el único que me calma y hacer un montón de ridiculeces incluidas en lo que creo debe ser nuestro código, donde además abundan las palabras con ch y ñ.

Es estar completamente segura de que eres el tipo más inteligente, más soberanamente chistoso, tierno y cariñoso (no de una manera melosa, por favor), de una manera cool, muy cool. Es que me gustes hasta borracho.

Es que se me hinche el corazón comiendo pan tostado, es decirte mi amor sin encontrarlo estúpido. Es que por fin entendí que lo ridículo no son las palabras, son los destinatarios. Es finalmente convertir cosas mundanas como las micros y la comida chatarra, en el mejor panorama de la vida.

Así que yo creo que cuando pregunté como se está seguro de estar enamorado, me deberían haber dado esta respuesta. Aunque si me lo hubiesen dicho, no lo creía.