Amor platónico
Hubo hace un par de semanas un sábado en que tuve que hacer turno en la clínica que me acoge gentilmente como interna por estos días y hasta el próximo viernes. Ese sábado del terror, me levanté a bañarme y me sentía realmente mal, vulnerable y débil, como me carga sentirme. Entonces ahí yo que la quiebro tanto con mi fortaleza mental y espiritual me propuse que tenía que levantarme y comerme el mundo, que debía sacar todo lo malo de mi cabeza y ponerle empuje a ese día y hacer mi pega con entrega y amor. Una cosa que no es fácil cuando hace un par de horas alguien cometió una tremenda deslealtad contigo, a mi juicio lo peor que te puede pasar.
Ese día además tenía que hacer clases e ir a ver a un paciente a su casa al que le tengo mucho cariño y que tema aparte me ha traído muchas satisfacciones ver su recuperación. Me levanté, me mentalicé en la ducha, pero en realidad salí con la meta de cumplir mis obligaciones, sin necesariamente chorrear felicidad, eso era mucho pedir, incluso a una mina a la que agregan en facebook desconocidos de la universidad con el comentario: "¿tú eri la que se ríe todo el día en la U, cierto?".
Y aquí viene el quiebre. Estaba a cargo de un kine al que había visto pasar pocas veces y del que había recibido algunos comentarios femeninos sobre lo guapo y simpático que era, pero en realidad no lo identificaba y no me importaba demasiado. La vida te da momentos maravillosos cuando de verdad lo necesitas, apenas llegué nos pusimos a conversar (no había demasiados pacientes), como siempre la conversación empieza a raíz de cualquier cosa pero derivó en un análisis profundo de la profesión y de la vida. Así estuvimos toda la mañana, yo tratando de comportarme como la alumna ideal y él enseñándome una que otra cosa, no demasiado.
El turno se terminó a las 2 pm y yo teóricamente debía partir corriendo a cumplir con lo otro, pero no, me quedé otras 2 horas extras con el gimnasio en silencio y sólo 2 personas en ese piso frío con olor a nuevo conversando de todo, de todo. Al final cuando caché que ya era demasiado tarde, le dije que me tenía que ir, nos reímos un poco, me fui corriendo a tomar una micro y supongo que él se fue en su auto súper-nuevo-lujoso-brillante-bakán.
Después de eso obviamente que lo veo en la clínica (supongo que antes también estaba pero no lo veía), otro día nos encontramos afuera yo iba con Iván (el interno con el que tenemos buena onda), camino a su auto y nos topamos, onda que me saludó de beso en la cara y casi me morí. Yo intentando tratarlo de igual a igual (mi orgullo me impide otra cosa), pero también cuesta con alguien que tiene un prestigio profesional tan brígido. Y un detalle no menos importante, es rubio. Estoy empezando a pensar que quizás me gusten, vivo diciendo que no pero las estadísticas dicen otra cosa.
Todos tenemos un amor platónico, ¿Cuál es el suyo?.
4 Comments:
Reconozco que los rubios de ojos claros son mi debilidad... aunque siempre me quedo con el moreno, a mi novio todos en su familia le dicen negro (y otro nombre que no debo decir je!) pero puta que es rico mi negro!! ya me desvié heavy.
A ver... platónico... podría decir que había alguien, era un compañero de trabajo de mi ex... era taan lindo y no tan sólo físicamente, era una persona demasiado bacán (pero tenia novia) además lo conocí cuando estudiaba y lo encontré siempre tan guapo y una vez en casi 4 años sentí una indirecta de su parte, UNA INDIRECTA... que me mató! nunca sucedió nada entre nosotros.
Pero eso...
Besiwis!!!
Otra admiradora de los nórdicos, aqui, ¡jajajajaj! Aunque por un tiempo tuve una debilidad por los chicos patas cortas (aunque gracias al mejoramiento de la raza se me paso, menos mal). Lo que nunca se me ha pasado es la debilidad por los ojos enorrrrmes, las espaldas anchas y los flaquitos con "algo" de músculo, como bailarin de ballet.
Y a mi el amor platónico se me convertió en realidad. Pero no voy a dar mas detalles proque ese tema lo tengo con publicacion pendiente :)
llegue a tu blog por la bones, y lo llevo leyendo hace unos días y hoy me encontré con este tema... digamos que me sentí "algo" identificada... la verdad esque mi debilidad son los chiquillos nordicos (otra más), especialmente los finlandeses (se me cae la baba)...
Llevo viviendo unos meses en canadá con mi pololo, y a pesar de que no es rubiesito de ojitos claros lo amo con toda mi alma...
El tema esque por motivos de soledad, ya que no he encontrado pega aun, y paso harto tiempo sola en la casa, me he puesto un poco lujuriosa y uno de mis amigos finlandeses ha pasado a ser mi "amor platónico"... alomejor es porque todos los días me leé via msn y me comprende, etc... aparte que es rico rico!...
cosas de la vida no?
saludos
Sin ánimo de ofender a nadie, encuentro desabridos a los nórdicos. O sea no me pasa nada con ellos. Aparte que son medios fomeques, algo nerds y un poco extraños en su vivir. Sólo hablo de los que conozco.
Mi amor platónico... Una loca que trabaja en una panadería cerca de donde viven mis viejos. Son de esas personas que uno mira esperando que la mirada revele algo más, pero quizás del otro lado, tan sólo quiere cerrar la venta y seguir pensando en mil cosas. Lo peligroso de los amores platónicos es que son como el algodón de azúcar. Súper volátiles, super sobrevalorados, y a veces cuando se hacen realidad, pierden el encanto. No todos, Alejandra parece que fue afortunada, pero la gran mayoría sí.
Saludos Enge. y que weno que no cerraste el blog.
Publicar un comentario
<< Home