Nada de malo.
De vez en cuando me acuerdo de la escena, como queriendo sentirme afectado, pero desde ese entonces ya nada me entra al cuerpo, ahora tengo paz, incluso el recordar me da risa, lo que para muchos fue una tragedia o un acto inexplicable, para mí no pasa de ser una simple anécdota.
Hay gente que definitivamente merece morir, cada uno de los actos y comentarios que van esparciendo por el mundo, no son más que una constante petición de que les quiten la vida, por eso después de hacer lo que hice creo que el mundo no perdió a uno de los suyos, sino que ganó un espacio que puede ser mejor utilizado.
Como no iba a disparar, si el revolver lo tenía hace más de un año y nunca había tenido una oportunidad tan cierta para usarlo como esta, además el entorno que brinda un parque a media noche, sin más gente y con mucho frío, es como una voz constante que te incita a apretar el gatillo.
Estoy seguro de que nadie se verá afectado por lo sucedido, este punto lo tomé en cuente y fue fundamental a la hora de tomar la decisión, no se trata de dañar a nadie más, nunca tuve tan malas intenciones, por favor les pido que no me encasillen, el revolver es una herencia y si decidí portarlo al menos en un comienzo, fue por motivos de seguridad, nunca viví en un lugar tranquilo.
Por todo esto y contrario a lo que pueda llegar a pensar cualquiera que no conozca los motivos aquí expuestos, estoy en paz conmigo, por lo demás el acto del suicidio solo se puede cometer una vez.

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