La caja de Pandora

Probablemente no entiendan nada de lo que voy a escribir pero no importa, este blog me sirve tanto, he ahorrado tanta plata en psicólogos, que no voy a justificar nada de lo que escriba por que sólo tengo una enorme necesidad de escribir.

Primero quiero decir que nuevamente hice algo que sabía que no debía hacer por que me conozco y se que mi cara iba a ser la que tengo en este momento y mi estado de ánimo iba a ser exactamente el de este preciso instante, pero ya ven soy un poco curiosa y lo hice igual. Dedo para abajo para mí.

Lo otro es que he estado pensando mucho y dándole vueltas a un asunto en particular y llegué a la conclusión de que soy una gran weona que no sabe lo que hace y que actúa de forma irracional movida por la panza básicamente, en particular un momento de rabia que me hizo reaccionar de una manera determinada que ahora se convirtió en un error enorme, nada que decir. Dedo para abajo para mí. Además últimamente he debido reprimir ciertos impulsos de hacer imbecilidades pero trato de convencerme a mi misma y por ahora está todo dominado.

Le dije a C.M. (mi nueva costumbre será poner iniciales, por que cada vez que escribo "amigo", sueno como que tuviese muchos amigos y hasta un poco promiscua), en fin, le dije a C.M. (suena como un poco delictual igual), que mi nueva pará en la vida es ser feliz y que la gente que me rodea también lo sea y que no me interesa guardar rabias ni odios, y en esa estoy po, tratando de que no me importen las cabezas de pescado que piensa, dice y hace el resto, pero me cuesta-cuesta-cuesta, por que así como soy autocrítica (lea segundo y tercero párrafo), también soy hiper crítica con el resto.

Me cuesta no externalizar las cosas, así que aunque dicen que los planes que se cuentan no resultan, me cuesta demasiado guardarme que quiero que el Profe me de la vacante para Argentina por preciosas 6 semanas, ojalá ojalá ojalá.

Tengo una sensación en la cabeza y en la panza que no tenía hace tiempo, una no muy buena, pero también le dije a C.M., que uno tiene la vida que se merece no más por lo tanto todo lo malo que tengo me lo busqué sola directa o indirectamente, así que no me quejaré pero me reconozco públicamente como una pastela de aquellas, ay!.