Sobre la farándula y otras hierbas...

Hoy día voy a escribir sobre lo que considero un claro síntoma de la cultura del doble estándar que debemos asumir, es bastante característica del chileno promedio, enjuiciamos y criticamos llenándonos la boca de insultos y cuestionamientos a todo lo que esté relacionado con el precario glamour nacional y sin embargo LUN, el diario amarillista por excelencia es el más vendido a nivel nacional, SQP madre de una especie de programas televisión, espacio que seamos justos reinventó la tv nacional, generó un nuevo estilo dentro de los medios de comunicación, revienta el raiting al mediodía.
Pero seamos claros, Chile es experto en decir algo y hacer exactamente lo contrario, ¡que rayuela!, pelar es el deporte nacional y vámoslo practicando señores, que total hablar es fácil y gratis, pero cuando se trata de ser consecuentes y actuar de forma coherente ahí recién se pone díficil.
Aunque tengo aún la duda ¿es realmente mala la farándula?, creo que simplemente es lo que hay, nos representa absolutamente, la miseria de nuestra sociedad se ve reflejada en esas historias absurdas, pero seamos honestos ahí no hay ninguna mentira, simplemente son las mismas historias del caballero y la señora de clase media, la única diferencia es que estos tipos juegan mejor al fútbol y las minas se ven más guapas, pero la esencia es la misma.
Tampoco se trata de fomentar la adicción a farandulandia, pero tenemos la tv que queremos por que negarlo, la oferta en la programación está afirmada en la demanda, Chile ama los cahuines, por esos los canales ni tontos ni perezosos arman una parrilla basada en espectáculo, entonces esto no es más que el síntoma de la enfermedad, una vez que se adquiera más y mejor instrucción e información, consciencias sedientas de realidad, la programación evolucionará hacia contenidos más profundos, pero no le pidamos al empresario dueño de un canal (Piñera al azar) que pierda plata, por que la verdad es que la belleza de pensar no es un éxito precisamente, y no creo que nuestro respetable empresariado tenga como meta en su vida convertirse en mártires y perder plata, a costa de instruir al pueblo a la fuerza.
(la foto ojalá le guste a los señores es de Gabriela Mistral a los 17 años)