La gran estafa

Anoche cuando terminé de ver Grey´s anatomy, tuve ganas de escribir en mi croquera, después supuse que terminaría escribiéndolo acá y quise venir a escribir al blog, pero el frío era demasiado y opté por dormir. Entonces ahora cuando me levanté, me bañé y me senté frente al computador, no me gustan las deudas.

El tema es que la confianza es una apuesta, no un derecho, la complicidad es algo exquisito, el problema es que muchas veces después descubres que todo no era tan privado, ni tan honesto.

En los últimos días he visto situaciones feísimas que involucran a bastante gente que me rodea, y el tema es el mismo, la bajeza humana, la falta de compromiso emocional, la traición, la imposibilidad de llevar los cariños a algo tangente y palpable, por ejemplo la lealtad, pero eso al parecer cuesta, y mucho, y al margen de mis montones de defectos, creo que esa es justamente una de mis grandes virtudes, crear y cumplir con mis lazos de confianza ante todo y ser leal con la persona que te está confiando amor, no retribuir puede llevar a una enorme desconfianza futura de ese individuo con otra gente y temor, y si realmente quieres a alguien, eso no es bueno.

Perdón, pero realmente me impresiona la enorme capacidad que tienen las personas de pasarse por la raja lo que sienta el resto e incluso lo que ellos mismos dicen, por el bienestar propio, egoísmo, puro egoísmo.

La moraleja es, si vas a llorar, si vas a criticar, tu deber es no caer en el juego, o estás siendo tan vil como cualquiera de los seres humanos que te dedicas a escupir.

Pronto un post más luminoso, estoy en un proceso de retomar viejas relaciones y eso me tiene algo ocupada, gracias como siempre por leer y alzar la voz, les regalo 5 minutos escuchando a Brandon Boyd, click en play.