El milagro en octubre

Tengo una sensación extraña, y no es sólo el desorden hormonal típico femenino, es algo que me cuesta definir, mezcla de ansiedad, nerviosísmo, felicidad, nostalgia, es un ovillo, me encanta la palabra ovillo.

Ayer fui a la clínica Los Coihues, muy cercana a mi ex hogar, y es un ambiente precioso, se dedican exclusivamente a la rehabilitación, ví a tres pacientes neurológicos y fue de verdad una experiencia increíble, se notaba un ambiente súper especial y acogedor, aprendí harto y me quedé con la sensación que cada vez estoy reafirmando más, de querer dedicarme a ese campo, ví a un tipo de 47 años volver a caminar después de un accidente, que a cualquiera le puede pasar, las lágrimas de su esposa, la expectación de todos los profesionales, y yo mirando sus pasos, me sentí parte de ese momento tan importante para esa persona y esa familia, o sea es un ser humano que estuvo a 1 nivel medular de morir y ahí estaba caminando, maravilloso.

Es muy barza que yo hable de experiencia clínica, pero sólo me queda decir que en estos meses de intensas visitas a pacientes explorando todos los campos, es cierto te enseñan mucho para la prueba, pero aprendes otro montón de habilidades, perfeccionas actitudes, aprendes a estar siempre con buena cara, no rendirte tan luego, no apurar procesos, que el nerviosísmo no te coma, tener personalidad frente a todo el grupo, seguridad con el paciente y en el aspecto humano básicamente alucinante, experiencias que voy a guardar para mi vida.

Y aunque estoy muy cansada, a veces los problemas me superan, los certámenes me agobian y cometo errores, son estos momentos los que me recuerdan que para eso me cago de hambre y corro por todo Santiago pa llegar a clases, aunque por ahora no pueda ayudar mucho quedarme con la imagen de un paciente con un corte medular c4-c5 caminando, no tiene precio, un milagro en pleno octubre.

La canción es de los Strokes, ando muy babosa con los vocalistas así que mejor no haré comentarios, indie del weno weno.

Nene te extraño.