El día en que quise volver a ser pinguina...

A la luz de los hechos... un gobierno a la orden de los quinceañeros, la alameda inservible a ratos, el pueblo alzado, figuras de poder sin poder, crítica social máxima, autocrítica gubernamental nula, universitarios nostálgicos por la juventud pérdida recordando aquellos cercanos días de rebeldía y despreciando el presente arrendado al sistema aunque sin perder una cuota de socialismo controlado, misticismo sin precedentes nunca antes un movimiento juvenil había provocado tanta simpatía y ternura en la sociedad, nunca antes quise volver a ser pinguina, nunca antes desee estar en el colegio otra vez, participar en la toma, chillar por tus derechos, marchar y al final del día quejarte por el dolor de pies, por los pacos represores aunque sinceramente te dedicaste a provocarlos en todo momento... me alegra que la nueva generación tenga más cojones que nosotros, que se haya atrevido, que haya tenido la valentía para generar la revolución que todos queremos, pero que nadie tiene tiempo para generar por que hay cosas más estúpidas en las que gastar el tiempo mis respetos mis aplausos y mis sonrisas en este momento para todos aquellos que se cagan de hambre y frío en colegios de mierda en el afán más solidario entendiendo solidaridad en su real sentido, no dando los vueltos de las micros en colectas truchas a la salida del metro, no señores solidaridad es lo que entienden estos pendejos desmadrados, agrandados, torpemente preparados algunos, mateos otros, de derecha, de centro, de izquierda, de muy izquierda, de muy muy izquierda, solidaridad es luchar por algo de lo que ya no recibirás beneficios, pero lo haces por los que vienen por que la educación es una real mierda y todos lo sabiamos y ahora nos queda más claro por que ahora ellos nos gritaron y nos escupieron en la cara la verdad con sus gallitos púberes mi más absoluta y profunda emoción.